Hoy vamos a entrevistar a un pianista muy vinculado al mundo del saxofón.
Este sevillano se ha especializado en la labor de Pianista Acompañante, función que desempeña en el Conservatorio Superior de Música «Manuel Castillo» de Sevilla impartiendo la asignatura de repertorio con pianista a los alumnos de saxofón, clarinete y violonchelo.
Ha colaborado con grandes músicos como José Antonio Santos, Miguel Romero, Juan M. Jiménez, Juan Pedro Luna, Arno Bornkamp, Claude Delangle o Vincent David entre otros y suele ser invitado a participar en numerosos cursos por todo el país.
Recientemente fue invitado al curso de saxofón que se celebra en Arjona (Jaén). Acompañando en el concierto final a Antonio Sola y Arno Bornkamp.
Hoy entrevistamos a Juan Escalera:
SaxRules: Juan, sé que tu vida musical no se limita al saxofón. Actualmente tienes proyectos muy interesantes con grandes intérpretes al margen de nuestro instrumento. Me gustaría saber en qué momento apareció en tu vida la posibilidad de acompañar a saxofones, un instrumento cuyo repertorio tiene una grandísima dificultad para los pianistas.
Juan: Es cierto que se me relaciona mucho con el saxofón pues son muchos años acompañando a este instrumento, pero te agradezco el apunte que haces, pues nunca tuve la intención de dedicarme exclusivamente a él. Mi labor como pianista acompañante surgió por casualidad al acabar mis estudios y buscar trabajo en las bolsas de interino de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía. Se abrió una bolsa de pianista acompañante y sin pensarlo mucho me apunté. Al poco tiempo me llamaron para hacer una sustitución en el Conservatorio «Manuel Castillo» de Sevilla. Era una sustitución para todo el curso, y me tocó acompañar a muchos instrumentos (entonces creo recordar que éramos tres pianistas acompañantes, como mucho cinco, para todos los cursos de los tres Grados, Elemental, Medio y Superior, en el Conservatorio). Entre violín, violonchelo, flauta, trompa, oboe, percusión, trombón, canto, también me tocó saxofón, y fue una sorpresa, pues de considerarlo la «María» de los instrumentos que me asignaron (reconozco que no había tenido ningún tipo de contacto con el instrumento antes de esos días), pasó a ser el que más trabajo me dio, pues ese mismo año ya tuve que afrontar la realidad de su repertorio. Estoy hablando de 1997
SaxRules: Dentro del amplísimo repertorio que dominas de saxofón, qué obras te han dado un mayor quebradero de cabeza al montarlas.
Juan: Es difícil concretar alguna porque son muchas y en todas coincide el mismo problema y que genera ese quebradero de cabeza, y es la primera lectura. Esta es la principal causa por la que los pianistas suelen huir de este repertorio. Nuestra formación es muy clásica, nuestro repertorio es amplísimo y centrado fundamentalmente entre finales del siglo XVIII y principios del XX, por lo que todo lo que se sale de esa estética suele costarnos un poquito más de trabajo. Es la típica broma que hacemos cuando después de llevar horas tocando con saxofones aparece otro instrumento con sus subdominante, dominante, tónica que tanto gusta a nuestro oído, y sobre todo, en el caso de los pianistas, a nuestra vista. Y no es que estas estructuras armónicas o formales no estén en vuestro repertorio, es que hay que encontrarlos, y eso requiere un esfuerzo extra en las primeras lecturas que ralentiza el trabajo. Una vez montada, la dificultad no es mayor que una sonata de Beethoven o de Brahms, pero hay que ser muy paciente para llegar a apreciar lo que se está trabajando, cuando con esos grandes autores el placer surge al instante en el que pones las manos en el teclado.
Concretando, las cuatro obras que más trabajo me dieron en esa primera lectura fueron Chant Premier de Mihalovici, Sonata de Denisov, Le Chant des Tenebres de T. Escaich y Legende de F. Schmitt, cada una con sus propias dificultades técnicas añadidas. En el caso de Chant Premier se hace evidente la influencia en Mihalovici de su mujer, la gran pianista Monique Haas, de la cual me acuerdo siempre cuando la estudio sin dejar de soñar cómo hubiera sido la parte de piano si no hubiera estado casado con ella. De la Sonata de Denisov, lo más complicado fue la lectura y poder encajar en el pulso estable todo ese enjambre de figuraciones rítmicas y sonoras tan complejas, compases inauditos, matices, articulaciones y dinámicas tan variados, etc. Eso si, quizás es de las piezas que más satisfacción me da tocar, pues realmente me encanta. Es simplemente una obra maestra de la historia de la música. De Le Chant des Tenebres de Escaich y de la Legenda de F. Schmitt, la principal dificultad es que no son originales para piano, y aún siendo buenas transcripciones, pensadas para ser interpretadas en concierto con piano, no acaban de conseguir, o al menos aún no lo he conseguido yo, que la percusión de los macillos del piano desaparezca y deje paso al legato de las cuerdas y de la orquesta respectivamente.
SaxRules: Puesto que has acompañado a saxofonistas en exámenes finales, pruebas de acceso, concursos, conciertos y oposiciones, ¿podrías contarnos algunas anécdotas curiosas que te hayan ocurrido con ellos?
Juan: Anécdotas hay muchas, pues son situaciones de mucho estrés, sobre todo en pruebas de acceso, concursos y oposiciones, donde las personas que acompaño se suelen estar jugando mucho y a los que yo intento ayudar para que ese mal trago lo pasen de la manera más tranquila posible y con el mejor rendimiento. A mi me gusta realizar siempre varios ensayos, por lo que la relación que entablo con ellos es muy estrecha y acabo conociendo la realidad de cada uno; sus valores, sus temores, sus virtudes, sus defectos. En este sentido, la anécdota más significativa de todas fue la que me ocurrió con una alumna en su prueba de acceso a grado superior. Estaba muy nerviosa , tanto que en el ensayo previo a su prueba apenas podía tocar. Realmente me preocupé bastante, así que le recomendé un pequeño ejercicio de respiración para que se calmara mientras yo acompañaba al que iba delante de ella. Cuando llegué a buscarla para hacerla pasar, me la encontré llorando y diciéndome :»¿Qué me has hecho?, así no puedo tocar.» Parecía que estaba peor. Aún así le pedí que se tranquilizara y que pasara a hacer su examen, que hiciera lo que pudiera. Yo estaba realmente preocupado porque no sabía si había hecho bien o no. Cuando empezó a tocar, se me quitaron las dudas. Tocó estupendamente, había echado los nervios con el llanto , e hizo una de sus mejores actuaciones ese día.
Otra anécdota fue en un concierto con Miguel Romero y el flautista Alfonso Rubio. En el programa hacíamos un arreglo para flauta, saxofón y piano de la Legenda de Caplet, acompañada de una proyección de imágenes del fotógrafo Álvaro Rodríguez Galán. Era uno de esos días que uno llega estresado al concierto (suele pasar cuando es en tu ciudad), y encima tienes que atender tantos detalles logísticos que no te da tiempo a probar nada antes de tocar. Yo dejé mis partituras encima del piano como hago siempre y cuando empezamos el concierto, ya en el escenario me di cuenta de que me faltaba la partitura de la primera obra que hacíamos Miguel y yo, la Sonata de Decruck. El bochorno fue tremendo. Desde entonces siempre les pido a mis alumnos que lleven consigo la partitura de piano. Realmente creo que , independientemente de esa anécdota (que no volverá a suceder), es bueno que se acostumbren a que la partitura principal es aquella donde está todo recogido, incluido la parte de piano, y que tiene que ir con ellos allá donde la toquen.
SaxRules: Has tenido oportunidad de tocar con grandes saxofonistas. ¿Nos podrías hablar de tu experiencia con Vincent David, Claude Delangle, Arno Bornkamp y Miguel Romero?
Juan: Realmente, una de mis mayores satisfacciones con el trabajo desempeñado estos años es con la cantidad de gente buena con la que he podido trabajar. Desde compañeros de conservatorio, como José María Gómez, Miguel Ángel Enamorado, Leandro Perpiñán, Alfonso Padilla, Juan Jiménez pasando por el Cuarteto Itálica con José Antonio Santos, Miguel Garrido, Miguel Romero y Antonio Torres y sus cursos de verano en Jerez, hasta estas grandes figuras que mencionas y de las que ahora te comentaré.
Pero quiero remarcar una figura clave en todo el proceso, y es Miguel Romero. Es él quien me descubre en profundidad el repertorio del saxofón. Recuerdo una charla de café donde me propone hacer un dúo y me habla de las posibilidades del instrumento. Hablamos de obras, me da grabaciones y comenzamos un trabajo serio que derivó en una gran amistad y en mi especialización en este repertorio. De todas formas confieso que temo su llamada, porque siempre anda “enreando” (como decimos aquí), y eso quiere decir horas de lectura lenta para encontrar la IV, V, I. Sus cualidades con el saxofón no las voy a descubrir aquí, siempre me gustó su sonido, su expresividad, y sobre todo la humildad con la que afronta el trabajo en común, aportando mucho pero a la vez abierto a sugerencias y nuevos puntos de vista que enriquecían el resultado final.
En cuanto a Vincent David, Claude Delangle, Arno Bornkamp lo único que puedo decir es que soy muy afortunado por haber podido compartir con ellos esos grandes momentos de música que es en lo que convierten sus conciertos. Su trato hacia mi siempre ha sido muy cariñoso y he aprendido mucho con cada uno de ellos. No solo he tocado, sino que he acompañado en numerosas Master Clases impartidos por ellos, así como de grandes saxofonistas como Nicolas Prost, Alexandre Doisy, Antonio Felipe, Mario Garcia, Johan van der Linden , Nobuya Sugawa, Jean- Marie Londeix, Otis Murphy, y siempre he sacado buen partido de todos ellos quedándome con toda la información posible para luego ponerla en práctica en mis ensayos con los alumnos.
SaxRules: Has trabajado con Juan Pedro Luna en un Concierto titulado L’arlesienne. ¿Nos puedes describir como fue ese proyecto y tu trabajo con Juan Pedro?
Juan: Por mis manos en estos años de pianista acompañante en el aula de saxofón del Conservatorio Superior de Sevilla han pasado numerosos alumnos con gran talento instrumental. En el caso de Juan Pedro se añade un talento musical descomunal. Te lo digo sin ningún género de dudas, porque pocos han conseguido sorprenderme tanto como lo ha hecho él. A su dominio técnico le suma una expresividad muy emocional a la vez que una interpretación muy respetuosa con el texto. Con él todo es fácil porque entiende muy bien por donde va el discurso musical en cada momento, dialoga muy bien con el que toca y su producto final es música con mayúsculas. El proyecto surgió al ganar Juan Pedro el Concurso Permanente de Juventudes Musicales de España. Este premio consistía en una gira de conciertos por distintas asociaciones en España, y a la hora de definir el programa lo quisimos enfocar en torno a una obra de una gran compositor y pianista andaluz como es Santiago Báez: L’Arlesienne Fantasy. Ésta había sido estrenada recientemente por Arno Bornkamp y Santiago Báez al piano, y Juanpe asistió al concierto. En seguida me pidió tocarla, me pasó las partituras y nos pusimos manos a la obra. Es una pieza muy difícil, pero divertida al mismo tiempo, que supuso para mi una satisfacción, pues siempre es bueno tocar obras de autores andaluces contemporáneos, a los que conoces y cuya personalidad puedes ver reflejada en lo que tocas sin que nadie te lo tenga que contar pues lo has conocido personalmente.
SaxRules: Háblanos de tus futuros proyectos relacionados con nuestro instrumento.
Juan:. Relacionados con vuestro instrumento ninguno en concreto. Seguir trabajando en el Conservatorio junto a José Antonio Santos, Juan Jiménez y Alfonso Padilla y echando una mano en lo que me pidan; algún concierto con saxofón ahora en Noviembre, y en Primavera con Juan Pedro Luna. Tengo pendiente contestar la llamada de Miguel Romero, pero sobre todo, mi principal proyecto ahora mismo es un concierto como solista con la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla el próximo 12 de Diciembre en el teatro Lope de Vega tocando el concierto para piano y banda de André Weignein. Su director, Francisco Javier Gutiérrez Juan me lo propuso tras interpretar con ellos el concierto para clarinete, piano y orquesta de Paquito de Rivera junto a Wolfgang Puntas el año pasado.
SaxRules: Muchas gracias Juan.