SaxRules.com con Jean Denis Michat

Hoy vamos a entrevistar a un magnífico saxofonista y profesor del CRR de Lyon.

Por la B18 han pasado y pasan cada año alumnos de de todo el mundo entre los que hay un nutrido grupo de españoles:  Fede Coca, Miguel Angel Lorente, Victor Mansilla, Juan Antonio Aldehuela, Marina Moyá, José Carlos García Bejarano, Raquel Paños, Alberto Matarredona, Alejandro Zamora, Irene Rodríguez, Helena Otero y Carlos Montesinos.

Al margen de su brillante carrera como solista y profesor, su trabajo en transcripciones clásicas abrió paso a sus propias composiciones. El CD «The Dark Side» (2015) marcó un punto de inflexión en su dirección artística, causando 2 años de retiro voluntario para «hacer un balance» (2015-2017).

Sus piezas Shams y Massive Hacka (dedicada al Ensemble Esquillante) se interpretan por todo el mundo.

En la actualidad la improvisación, la música popular y las formas abiertas le inspiran. El saxofón soprano, el instrumento con el que comenzó su aprendizaje retoma para él un mayor protagonismo. Por último, son los proyectos colaborativos en los que participa los que le más le enriquecen en una carrera que hasta ahora era exclusivamente de solista.

Hoy entrevistamos a Jean Denis Michat de la mano de su alumna Helena Otero.

Helena Otero: Balance de tu carrera como profesor

J.D. Michat: El balance de mi carrera se resume en que he aprendido mucho de todos los estudiantes.

En 25 años he aprendido, para empezar, que todos y cada uno de los estudiantes aspiran a lo mismo: a ser felices con la música. Esta felicidad sólo puede provenir de dos cosas: por una parte, del descubrimiento, del conocimiento, de la aceptación y finalmente del amor hacia nosotros mismos, con nuestras virtudes (que todo el mundo tiene) y nuestros puntos débiles (no pasa nada, tenemos toda la vida para mejorar); y de la bondad y la no competitividad hacia los demás. Comprender la riqueza de las diferencias es una exigencia del día a día.

Al mismo tiempo he aprendido que un profesor no es el responsable de todo. Debo dar sin esperar nada a cambio, crear el espacio de libertad propicio para el desarrollo de jóvenes artistas, recordando siempre que yo no soy Dios y que a veces llega un punto en el que la mejor pedagogía consiste en desaparecer. Ésto no era tan evidente al principio… 😉 !

Desde que soy profesor en Lyon, en 1995, evidentemente he cambiado mucho… tenía 24 años. Ahora tengo 46 pero lo que es maravilloso es que mis estudiantes siguen teniendo 20 años! Esta aproximación cotidiana a una juventud con voluntad, entusiasta, llena de sueños y de talento es realmente un bendición! Me alimento cada día de su energía y a cambio intento ofrecerles mis conocimientos.

El balance de mi carrera actualmente es pues positivo, esperemos que dure!

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Echando la vista atrás, ¿qué cosas habrías hecho de otra forma durante tu carrera artística y como profesor?

 Como artista, jamás dejar la improvisación durante tanto tiempo.  

Es un camino que debo recomenzar, pero mi velocidad de aprendizaje no es la que era… Ser profesor me llenó desde muy pronto, y quizás dejé de lado mis ambiciones como artista sobre el escenario. El estatuto académico como profesor en el Conservatorio de Lyon me lo arrebató y yo sin duda cometí el error de encerrarme dentro de un sistema establecido (programas estándar, preparación para concursos…) sin haber desarrollado de verdad una identidad artística original más “transgresiva”. Sólo mis tres amigos cercanos (no músicos), mis motos, mi mujer y mis dos hijos saben de verdad hasta qué punto puedo “soltarme la melena”. Hoy tengo ganas de mostrar eso en el escenario.

Así, podría quizás, haber intentado conseguir una plaza en un conservatorio que propusiera un ambiente más enriquecedor y una dinámica más ligada a toda forma de creación para los estudiantes que vienen a trabajar conmigo.

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Ensemble de saxofones del Conservatorio de Lyon

 ¿Cuál es tu ritual antes de salir a tocar?

 ¡Comprobar mis saxofones! Además, avivar mi felicidad interior para que brote la pasión (aunque esté lejos de casa, haya comido demasiado, la caña sea mala y el director no muy bueno…. 🙂 )

No comer durante las tres horas anteriores a un concierto (sólo pan). Tomar un vaso de Coca-cola si es necesario…

…Pero no son realmente rituales. De hecho hago todo lo posible para estar listo en cualquier momento y sobre todo para mejorar permanentemente. La escena es parte de mi vida porque la música es mi vida. No entiendo un concierto como un momento excepcional. Es un momento privilegiado claro, es incluso una especie de santuario, el lugar más propicio para la expresión de nuestro arte, pero si el escenario se duerme cuando las luces se apagan, un artista sigue siendo el creador insaciable que era antes y durante el espectáculo.

Intento tener siempre un alma vigilante y en progreso que alimente mi creatividad, está muy relacionado con el famoso “Zanshin” que nos enseñan las artes marciales japonesas.

¿Cómo es la relación entre el saxofonista y el compositor que eres?

 Nada fácil, work in progress…

 Háblanos de tu último CD. The Dark Side.

Puede que sea el principio de algo: que toque exclusivamente mi música, que improvise y que asuma la mezcla de mis gustos musicales y el placer que siento al escribir. Podría haber muchos más CDs.

O puede que sea el fin de algo: he mostrado lo que sabía hacer con un saxofón, así que no tocaría más y me consagraría exclusivamente a la composición. Sería mi último CD como saxofonista.

Ya se verá.

En cualquier caso estoy contento, lo que no pasa con los otros tres.  Sin embargo he apreciado plenamente los límites del trabajo en solitario. A pesar del hecho de que hacer todo solo me da una gran libertad, que corresponde con mi ego desmesurado (…), hacer música con un ordenador al final es muy poco enriquecedor. Confieso no saber trabajar en equipo y tener dificultades para delegar y confiar en el compromiso y el perfeccionismo de lo demás.

Sin embargo sueño con grabar con músicos de calidad, pero no tengo mucho talento para escoger a las personas.

Aún así hay una excepción en este CD porque al menos un artista de carne y hueso ha colaborado de manera brillante: el fotógrafo de la carátula tan bonita!

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 Algunos recuerdos preciados de tu carrera como intérprete o profesor que quieras compartir.

 Una vez en Rusia toqué Syrinx como bis, no estuvo mal.

Una vez en Polonia, una niña pequeña que había empezado a tocar de manera escolar, sin alma, escondida detrás del atril, terminó de memoria, con los ojos cerrados, tocando como una diosa. Pensé “sirvo para algo”.

Contesto de manera evasiva porque éstos son sólo recuerdos y, al final, no me pertenecen. No creo que podamos compartir una experiencia de verdad o extraer alguna enseñanza. Una experiencia se vive, esa es su definición. Podría hablarte de todos los recuerdos que tengo en la cabeza, pero no podrás compartir ninguno. La única forma de compartir es creando nuevos recuerdos… juntos! Seamos creadores de momentos inolvidables!

Los músicos que más te han influenciado.

Michael Brecker, Serge Bichon, David Oïstrakh, Igor Stravinsky, Guy Reibel, por razones diferentes!

Debo añadir a Claude Delangle, el cual siempre siempre creyó en mí; Vincent David, que nos enseña cada día que lo imposible es posible; Arno Bornkamp, el primero que me hizo entender que no había sólo una verdad para tocar bien el saxofón; Jean-Yves Formeau, que refleja el hecho de que un gran músico sólo vale la pena si también es una buena persona; Nicolas Prost, que me recuerda que nunca seremos viejos mientras mordamos la vida!

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Alumnos de saxofón de Claude delangle. Jean Denis es el 6º comenzando por la izquierda.

Háblanos de tus próximos proyectos.

Una leyenda para saxofón soprano y orquesta. Es una promesa que le he hecho a Asya Fateyeva, la pieza se la dedicaré a ella. Sin embargo debo estrenarla en Moscú el próximo invierno en el festival “Music for Peace”. Será mi vuelta sobre el escenario después de dos años! Estarán mis amigos de Habanera y juntos tocaremos “The Dark Side”. La improvisación y una forma más libre de vivir el escenario formarán parte del programa.

En esta dirección, mis nuevas pequeñas piezas (SongBook) revelan este cambio. Quiero dirigirme a pasarlo bien al 100%, aunque los problemas técnicos del “corsé” estrictamente clásico me pesan demasiado, también creo que ya no tengo los medios y/o el talento para vencerlos completamente. Hay un momento para todo!

Por ahora debo añadir un movimiento al que será sin duda mi última pieza de escritura “clásica”. Back to Bach está dedicada a mi talentoso amigo Mariano García.

Consejos para alguien que quiere convertirse en músico profesional (y saxofonista).

Confiar en su instinto. Tomar conciencia de que todo está ahí y que sólo hay que estudiar y trabajar lo que ya somos.

No pensar que ser “puro” como artista implica necesariamente ser “idiota” en las demás cosas.

Estudiar, respirar, soplar, estudiar, respirar, soplar, estudiar, respirar, soplar, estudiar, respirar, soplar, estudiar, respirar, soplar, estudiar, respirar, soplar…

Set-up

Saxofones Yanagisawa de plata maciza.

Alto: boquilla Vandoren A28, abrazadera BG Duo, cañas 3.5 Reserve d’Addario.

Soprano: boquilla Vandoren S15, abrazadera BG révélation, cañas 3.5 Reserve d’Addario.

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Jean Denis Michat

Sueña y pide un deseo como artista.

Pido el deseo de que el arte retome su lugar y su función en nuestras sociedades.

Es decir, que se distinga del simple ocio (que es absolutamente necesario también) para revelar la parte de belleza profunda que hay en cada uno de nosotros, y así enseñarnos a vivir mejor juntos.

Si conseguimos hacer llegar lo bello al corazón de nuestras sociedades, cambiaremos el mundo.

Muchísimas gracias maestro. Y muchísimas gracias Helena.

Web de Jean Denis Michat: Jdmichat.com

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Canal de youtube: https://www.youtube.com/channel/UCe4h3w4Xgf1sXBDjxfH7jKg

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