Entrevista a Nacho Gascón

11754789_800092953443266_1130437801866014155_o-1                                                  Hoy entrevistamos a un saxofonista nacido en Alicante cuya formación musical ha tenido lugar en Estados Unidos. Concretamente en la Universidad del Sur de California.

Como músico ha sido galardonado en prestigiosos en concursos y ha colaborado con las siguientes orquestas: Los Ángeles Philharmonic, New West Synphony, Los Ángeles Chamber Orchestra, Orquesta Pablo Sarasate, Orquesta del Gran Teatro de Liceo, Orquesta de Cadaqués y la OBC.

Como profesor hay que destacar su labor docente en la Universidad del Sur de California, la Universidad de Pomona,  Escuela Superior de Música de Cataluña (desde 2001) y el Conservatorio Superior de Música de Aragón (desde 2013).

Al margen de su labor artística y docente es responsable de organizar un concurso de saxofón de muy alto nivel. El concurso Internacional del Andorra Sax Fest.

Hoy entrevistamos a otro componente del cuarteto Sax 3+1, Nacho Gascón.

SaxRules: Nacho, ¿cómo un alicantino termina estudiando música en EEUU?. Cuéntanos tu experiencia en California.

Nacho: Pues todo se gestó en el curso Internacional de Música de Benidorm, mi ciudad. En el año 91, si no me equivoco, estuvo como profesora de clarinete la inimitable Michelle Zukovsky, durante muchos años solista de la orquesta Filarmónica de Los Ángeles. Ella quedó prendada de la forma de tocar de un gran amigo mío, Iván Marín y se lo llevo a Los Ángeles para estudiar en la Universidad de Sur de California con un profesor que ya entonces empezaba a tener un gran nombre mundial como pedagogo del clarinete, Yehuda Gilad. Iván finalmente fue a Los Ángeles y me iba contando grandes cosas de la universidad y de la ciudad. Iván también me puso en contacto con el profesor de saxofón que había entonces, Doug Masek, y después de enviarle una grabación, me ofrecieron una beca.

Yo en aquella época estaba estudiando ya seriamente el saxofón pero no tenía realmente muy claro cual sería mi futuro y si este estaría definitivamente ligado a la música. El día que recibí una carta con la beca para estudiar en Los Ángeles se me aclararon las ideas rápidamente y en Agosto del 1994 empecé mis clases en la universidad en la que estaría como alumno y mas tarde como profesor asistente hasta el 2001.

El proceso de adaptación fue rápido. La escuela de música de USC, por lo menos en aquella época, era una maquina de hacer grandes músicos.

Quizás la clase de saxofón no era una de las prioridades de la escuela, y el aula de saxofón no era uno de sus puntos fuertes. Esto no era culpa de los dos profesores que tuve, que eran magníficos. Era más una consecuencia de que en Los Ángeles no había tanta tradición de bandas como en otras grandes universidades americanas y el saxofón clásico (no así el de jazz) era considerado como algo secundario para los intereses de la universidad. Para mis profesores era difícil construir una verdadera clase potente y estable, ya que no podían ofrecer muchas becas para atraer a estudiantes con talento. Yo conseguí beca por la naturaleza de los estudios que hice al principio; solo hacía créditos de interpretación. Más tarde me enrolé en el Master y Doctorado en interpretación, pero este último no lo acabé faltando solo un año ya que me mudé a España para trabajar en la ESMUC.

Volviendo a la universidad, la clase de saxofón tenía sus limitaciones pero todo lo demás era maravilloso. Grandísimos profesores, conciertos de orquesta, banda sinfónica, grupo de contemporánea, grupo de música antigua, jazz, opera, recitales, master-clases, con una frecuencia extraordinaria y de una calidad tremenda. Nos movíamos en una ambiente muy motivador en el que trabajábamos duro. Era muy natural estudiar muchísimo para estar al nivel y para aprovechar las muchas oportunidades que la escuela y la misma ciudad ofrecía. Podías sentir que todo estaba a tu alcance con cierto esfuerzo. Fue así como pude empezar a tocar regularmente con el grupo de música contemporánea y hacer de solista con la banda y la orquesta de la universidad después de ganar algún concurso.

Hice mis pinitos con el jazz, recibiendo alguna clase. También comencé a sumergirme un poco en el mundo de la música antigua ya que por aquella época también aprendí a tocar la flauta de pico y el chalumeau y de vez en cuando colaboraba con el grupo de música antigua de la universidad.

A parte de trabajar duro, en Los Ángeles también aprendías y mejorabas vertiginosamente porque muchas veces asimilabas por osmosis. Los Ángeles es posiblemente la ciudad que reúne mas músicos profesionales con talento del mundo en cualquier ámbito musical. Las influencias llegaban por todos los sitios y estabas obligado a mantenerte despierto y tolerante a toda esta nueva información. Es allí donde viven muchos de los grandes músicos de sesión que, venidos de todo el mundo, trabajan para la industria de las bandas sonoras o para sesiones de estudio pop, jazz, etc. El ambiente musical era muy intenso y muy variado. Un fin de semana normal para mí consistía en ir a escuchar a la orquesta filarmónica de Los Ángeles, una gran orquesta con directores y solistas de talla internacional para después ir a escuchar un concierto de jazz en un pequeño local en el que podía aparecer cualquier estrella del genero para tocar por sorpresa. Siempre recibías estímulos.

Los Ángeles no me enseño a tocar el saxofón tanto como mostrarme que significa ser un músico completo. A veces me puedo haber arrepentido de no haber intentado entrar en una de las clases más consolidadas del saxofón, ya sea en USA o en Europa, pero con el tiempo comprendí que, aunque fuera de manera algo fortuita, tomé la decisión adecuada.

Mis dos profesores, Doug Masek y James Rötter, fueron como padres para mi en los siete años que estuve allí. Doug fue mi profesor el primer año. A partir del segundo y hasta que marché, estudié con Jim Rötter ya que Doug dejó la universidad. Jim me dio toda su confianza y aceleró mi integración en el ámbito laboral y orquestal, algo por lo que le estaré agradecido siempre. Al año como alumno suyo, Jim me recomendó para ser 2º saxofón de la lista de saxofonistas de la Filarmónica de Los Ángeles. Fue así como con 23 años tuve la oportunidad de debutar con la filarmónica tocando en el Hollywood Bowl para 18.000 personas en la celebración del 20 aniversario de Star Wars con John Williams como director. Creo que he sido (por confirmar) el primer español que ha tocado como músico de orquesta en la historia de la LA Phil. Te puedes imaginar que carrusel de sensaciones suponía estar sentado con tantos músicos increíbles y con un ídolo en la batuta siendo tan joven. ¡Solo hacía 3 años que lo más excitante que había hecho como músico era tocar con mi queridísima banda de Benidorm! Fue alucinante.

En el resto de mi estancia en Los Ángeles, siempre me llamaban para tocar con esta increíble orquesta cuando había más de un saxofón. Acumulando mucha experiencia y aprendiendo mucho de los grandes músicos que allí tocaban. Así nace una de mis curiosas especializaciones.

Quizás por estar en el momento justo en el lugar adecuado, desde entonces he podido disfrutar de una muy sana carrera como saxofonista orquestal, tocando con diferentes orquestas tanto en USA como en mi retorno a España. No es este un ámbito en el que uno pueda ganarse la vida, pero sí uno en el que poder crecer musicalmente y fuente de grandes satisfacciones. Tocar en orquesta sinfónica es siempre un placer; por el repertorio, por las sensaciones y porque sientes que puedes poner tu granito de arena a la hora de desterrar prejuicios y demostrar a los directores y compañeros de orquesta que el saxofón, como instrumento orquestal, tiene mucho sentido y que el saxofonista puede estar a la altura de resto de los solistas en la orquesta.

En Los Ángeles tuve también la inmensa suerte de poder conocer al gran profesor de clarinete que mencioné antes, Yehuda Gilad. Yehuda fue profesor en el curso internacional de música de Benidorm y durante muchos años le acompañaba desde Los Ángeles para hacer de traductor en sus clases de clarinete. Fueron muchas las horas en las que pude ver de 1º mano el proceso de transformación que Yehuda obraba en sus alumnos. Su visión humanística de todo lo relacionado con la música, sus alumnos y la pedagogía han sido una grandiosa influencia para mí y para muchos otros y, sin duda, a él le debo mucho de lo que soy como profesor hoy en día.

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SaxRules: Antes de hacerte la siguiente pregunta quería en primer lugar felicitarte por tu gran trabajo en el concurso del Andorra Sax Fest y recordar a nuestros lectores que las bases para el concurso para la edición 2017 están aquí.

¿Cuáles son las principales dificultades que se encuentra un organizador de concurso? ¿Nos puedes contar anécdotas curiosas en relación al mismo?.

Nacho: El Andorra Sax Fest nació humildemente con mis compañeros del cuarteto Sax3mes1 para animar la actividad saxofonística en la zona de Andorra y Cataluña. Fue una extensión del magnifico festival que nuestros amigos del cuarteto QuadQuartet habían organizado en Aveiro, Portugal. En su primera edición hicimos master-clases y conciertos. La idea del concurso surgió con naturalidad para el segundo año.

Yo echaba mucho en falta el gran ambiente saxofonístico que el curso y concurso internacional de Benidorm había logrado durante muchos años. En Benidorm nos juntábamos una gran cantidad de saxofonistas de España y Europa, de escuelas diferentes como alumnos activos y oyentes. De la motivación de escuchar las clases de Deffayet y Delangle y de comprobar el nivel de los alumnos que allí tocaban, surgieron muchos grandes saxofonistas del panorama actual en España y se crearon también grandes amistades. El concurso también logró atraer a una gran cantidad de saxofonistas.

Con el fin de las clases y el concurso de saxofón en Benidorm, yo tenía la convicción de que era imprescindible contar con un evento de este tipo, en el que se diesen cita muchos saxofonistas jóvenes con ambición de tocar bien, de aprender y de conocer a más gente con las mismas inquietudes. Así surgió el concurso internacional Andorra Sax Fest, con ganas de ser un evento integrador y motivador en el que el principal premio fuese poder tocar con orquesta en la final. El tema de la orquesta fue una condición no negociable desde el principio. Los intérpretes disponemos de muy pocas ocasiones para tocar con orquesta y en Andorra hacemos un gran esfuerzo para que cada año 6 concursantes lo puedan hacer. Ese es el gran premio. Hasta ahora el concurso ha funcionado bien, con cosas que siempre podemos mejorar y con potencial para que siga funcionando con continuidad durante mucho tiempo.

Honestamente, las grandes dificultades a la hora de organizar este tipo de eventos son de carácter económico y esa faceta recae en mi compañero Efrem Roca que es el verdadero motor (¡y vaya motor!) del festival y concurso. Mis tareas están mas relacionadas con la organización del concurso, crear un tribunal, la elección del repertorio, la coordinación de dicho repertorio con los miembros del tribunal y finalmente estar en el tribunal y velar para que todo funcione con normalidad. Es una tarea muy agradecida.

Anécdotas hay siempre, pero muchas de ellas deben quedar en el ámbito privado. Quizás lo mas curioso fue un correo que nos llego de un ferviente fan de Sigurd Rascher en el que, a parte de intentar convencernos a toda costa de que Sigurd había sido el mejor saxofonista de la historia, opinión que respetamos, también nos quería convencer vehementemente de que incluyéramos obras escritas por Mr. Rascher para la siguiente edición del concurso. Tuve grandes dificultades para hacerle entender que, a parte de sus grandes métodos para la técnica y desarrollo de los armónicos, no había constancia de que Mr. Rascher hubiera escrito repertorio de concierto o apropiado para un concurso.

SaxRules: Balance de tu labor docente en las Universidades, la Escuela Superior de Cataluña y el Conservatorio Superior de Aragón.

Nacho: Mis 3 últimos años en Los Ángeles estuve ejerciendo clases como profesor asistente en USC. Era una forma de beca por la que no pagaba matrícula, recibía una ayuda económica y por la que pude permitirme estudiar el Master y Doctorado. De otra manera hubiera sido imposible ya que la matricula, incluso por aquel entonces, era astronómica. Fue una buena manera de coger experiencia y empezar a experimentar y aplicar conceptos pedagógicos solidos.

También por aquella época Jim Rötter, mi profesor, dejó de trabajar en la Universidad de Pomona College y gané la oposición para la plaza. Este fue mi primer trabajo de profesor titular, no de asistente. Pomona College es algo así como una universidad para estudiantes destacados, por no decir superdotados. La mayoría de estudiantes que tuve, estudiaban saxofón como complemento a su carrera principal, de carácter más técnico o de humanidades. Trabajar en Pomona College fue divertido y verdaderamente suponía un reto en el que aprendí a tratar y trabajar con personas brillantes.

En la ESMUC comencé a trabajar desde su fundación en el 2001, de hecho me mudé desde Los Ángeles a Barcelona por lo ilusionante del proyecto. La ESMUC es una escuela con vocación plural con especializaciones en clásico, composición, jazz, música moderna, tradicional, sonología y pedagogía. El potencial del profesorado es enorme, tengo compañeros que son de lo mejor en su campo, y aunque hay siempre aspectos que podríamos mejorar, creo que el proyecto educativo es de alta calidad y serio.

En mi clase lo que intento conseguir es un buen equilibrio. No me gustan las visiones muy polarizadas o personales de lo que debería ser un saxofonista clásico por que el concepto de saxofonista clásico, en si, esta cada día mas obsoleto. El alumno debe cumplir con su trabajo de mínimos, conocer la tradición, de donde venimos pero también debe sentir libertad y curiosidad para encontrar su sitio en un mundo musical que está en constante transformación.

Siempre intento motivar a mis alumnos para que exploten todos los recursos que ofrece la ESMUC, que son muchos, clases secundarias de jazz, voz, master-clases, conciertos, recitales. Al mismo tiempo les motivo también para que descubran qué es lo que ofrece una ciudad tan cosmopolita como Barcelona, que es un termómetro perfecto para que después puedan también ellos formarse una idea clara de que es lo que podrían ofrecer como interpretes, dónde podrían encajar en este puzzle cultural.

Por eso animo de igual manera al estudiante curioso que encuentra la mayor motivación estrenando obras y experimentando con nuevas sonoridades con compañeros del departamento de composición, como a aquel que encuentra mayor gozo trabajando en transcripciones de Telemann para después interpretarlas con compañeros del departamento de antigua. Lo importante es el trabajo se haga con la misma seriedad y rigor y que siempre sea equilibrado, como en una buena dieta. En ese sentido creo que de la escuela van saliendo alumnos de perfiles muy variados con un gran potencial de futuro.

En el CSMA de Zaragoza he estado 3 años como profesor especialista en repertorio orquestal. A día de hoy no se si podré seguir desempeñando dicha labor pero el balance de estos 3 años es muy positivo. Conozco desde hace mucho tiempo a Mariano García, profesor del saxofón en Zaragoza y pienso que su clase es excelente, muy buenos alumnos; es un gran profesor. Juntos tenemos una grandísima sinergia, tanto artística como humana y ha sido un placer poder colaborar con él durante este tiempo.

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SaxRules: Set Up.

Nacho:

SopranoSelmer SIII bañado en Oro. Boquilla Selmer Concept, cañas D’Addario Reserve 3.5.

AltoSelmer SIII.

     -Setup de clásico: Boquillas Selmer Soloist C*, C** y Selmer Concept, cañas D’Addario Reserve 3+.

     -Setup de Jazz: Boquilla D’Addario Select Jazz D7M, cañas D’Addario Select Jazz Unfiled 3 Medium.

TenorSelmer Reference 36 con tudel de SIII en plata maciza.

     -Setup de clásico: Boquilla Vandoren T20, cañas D’Addario Reserve 3+.

     -Setup de Jazz: Boquilla Vandoren T7M, cañas D’Addario Select Jazz Unfiled 3 Medium.

BarítonoBoquilla Vandoren BL3, cañas D’Addario reserve 3.5-4

Saxrules: Nómbrame a 5 saxofonistas que te hayan marcado a nivel musical y personal. (Al margen de otros músicos).

Nacho: Antes que nada, para mi es importante remarcar que los músicos que más me han marcado hasta ahora no han sido saxofonistas. Creo que el colectivo del saxofón clásico a veces peca un poco de ser cerrado y, si me apuras, hasta incestuoso. Para mí es importante sacar la cabeza y mirar a mi alrededor, mucho mas lejos de lo que el también apasionante mundo del saxofón pueda ofrecer.

Pero si solo hablamos de saxofonistas, me voy a limitar a hablar de los saxofonistas que he conocido en persona, aunque son innumerables los interpretes, tanto de jazz como de clásico que a través de sus grabaciones me han influenciado también profundamente.

El primer saxofonista que dejó huella, como pienso que nos debe ocurrir a la mayoría de instrumentistas profesionales, fue mi primer profesor serio de saxofón, Pepe Fuster. A día de hoy es todavía profesor de saxofón en el conservatorio municipal de Benidorm. Gran saxofonista y profesor. Recuerdo su energía en las clases, los buenos consejos. Pepe me ayudo a motivarme, sentar la base y a comprender los buenos hábitos.

Desde muy joven tuve también la oportunidad de asistir primero como oyente y después como alumno a las clases que Daniel Deffayet impartió durante muchas ediciones en el curso internacional de Benidorm. Escuchar a Deffayet en directo era verdaderamente impactante. Deffayet derrochaba sonoridad, su vibrato era increíblemente rico, disponía de un conocimiento profundo del repertorio, casi siempre de memoria y nos obsequiaba con clases verdaderamente intensas. Todo muy nuevo para mí. Te podía gustar o no su estilo pero no dejaba indiferente a nadie y comprendí entonces que esta es una virtud esencial en un gran interprete.

Claude Delangle fue el sustituto de Daniel Deffayet en el curso Internacional de Benidorm. Su estancia comenzó justo cuando me mudé a Los Ángeles. Al estar de traductor de Yehuda Gilad también en Benidorm tuve la oportunidad de coincidir con él, escuchar sus clases cuando me podía escapar de mis labores de traductor y hacer también con él, de cuando en cuando, alguna clase. Claude fue y es muy influyente para mí. Fueron muchas las conversaciones que tuvimos en Benidorm a lo largo de los años. También me han dejado huella sus increíbles grabaciones. Me apasiona su atención al detalle, el dominio de la sonoridad y los recursos, la valentía de su concepción sonora y el buen gusto a la hora de escoger repertorio para sus proyectos.

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También por esta época tuve la ocasión de hacer clases con Arno Bornkamp y Nobuya Sugawa, que estuvieron como profesores en una Universidad Europea del Saxofón celebrada en San Juan, Alicante.

Arno es un interprete que de alguna manera siempre consigue llegar al público cuando está en escena. Puedes sentir que la conexión es inmediata. Esta virtud es rara y para mi tiene un valor enorme. Su sonoridad es inconfundible y muy especial. En su forma de tocar se puede escuchar un poco de todo en la historia de saxofón. Es un interprete que ha estudiado y comprendido los diferentes estilos y formas de tocar el saxofón para formar su lenguaje propio.

Cuando escuché a Nobuya por primera vez también fue bastante impactante. Creo que hasta la fecha no he escuchado a ningún interprete tocar con tanta convicción, energía y soltura. En ese sentido comparte con Arno la virtud de llegar rápidamente al público y de tener un estilo muy propio, inconfundible. También me encantan sus grabaciones, de entre las cuales destacaría la del concierto para Saxofón Alto y banda de Ingolf Dahl que es fantástica. Casualmente, Ingolf Dahl fue profesor en USC y tuve la oportunidad de interpretar dicho concierto en la universidad. Gran parte de la motivación para preparar y tocar este concierto vino de escuchar tantas veces la grabación de Nobuya.

SaxRules: Próximos proyectos.

Nacho: Pues destacaría un proyecto muy interesante que en este año cumple su 3ª edición, el curso internacional de composición Institut Français-Barcelona Modern Proyect. Durante el año académico y distribuido en varias sesiones, una serie de jóvenes compositores seleccionados trabajan bajo la tutela de un compositor invitado y de los músicos del ensemble profesional Barcelona Modern Project, entre los que me incluyo. En las pasadas ediciones contamos con los compositores Martín Matalon y Héctor Parra como tutores y este año tendremos a Raphael Cendo. Las sesiones son muy interesantes y productivas tanto para los estudiantes como para los interpretes y el trabajo culmina en un concierto final en el que se interpretan las obras trabajadas durante el año. Realmente una actividad muy enriquecedora para todos.

Hay varias ocasiones en la que espero poder seguir estando como colaborador con la Orquesta Sinfónica de Barcelona y la Ópera del Liceu y también tengo pendiente una grabación con Piano que espero poder abordar este año por fin.

También tenemos la cita anual del Andorra Sax Fest y su concurso que este año se presenta muy interesante. Espero que la gente se anime a venir y pasar unos días con nosotros en el increíble entorno que es Andorra.

Por último, quiero por fin poder dedicar algo de tiempo al Jazz. Nunca he conseguido hacer hueco para conseguir un trabajo serio y poder asimilar conceptos de armonía e improvisación. Puedo trabajar en el sonido que me gustaría tener y hasta cierto punto puedo usar el lenguaje pero necesito más organización para aprender la armonía y para hacer muchas transcripciones.

Fuera del ámbito de la música espero poder también sacar tiempo para prepararme y poder correr de nuevo una maratón, que la última la corrí hace ya muchos años y sacarme la licencia de piloto de avión planeador, algo que llevo queriendo hacer desde hace ya un tiempo pero que se me resiste por distintos motivos cada año!

SaxRules: Sueña y pide un deseo como profesional de la música.

Nacho: Mi principal sueño, responsabilidad y deseo es que mis alumnos consigan encontrar su nicho, el ámbito donde puedan desarrollar una actividad en la que puedan sentirse plenos y realizados como personas y como músicos, sea cual sea la dirección que hayan decidido tomar en la vida. Quizás no es mi sueño, es lo que me quita el sueño.

Para que esto pueda ocurrir con total normalidad, entre otras cosas, necesitamos una sociedad más positiva, más tolerante, más curiosa, más culta y más crítica. No sé exactamente dónde debería comenzar el cambio, quizás en las urnas, pero se me antoja que todavía tenemos un camino muy largo que recorrer…

Ah,¡también deseo que continúes desarrollando tu magnifico trabajo en la web! ¡Gracias por tu esfuerzo!!

SaxRules: Muchísimas gracias Nacho!!!