Hoy entrevistaremos a un compañero saxofonista de Buñol (Valencia) que es profesor en el CPM de Burgos.
Hoy SaxRules.com Pablo Pardo.
SaxRules: Háblanos de tus inicios en la música.
Pablo: Yo soy de Buñol, un pueblo con una gran tradición musical y de afición por las bandas de música, ese tópico de que la música se respira por todas partes es allí algo palpable. En ese entorno era casi inevitable caer en la tentación, lo típico: apuntarse al solfeo, escoger un instrumento, entrar a la banda juvenil, luego a la sinfónica, el cuarteto con los compañeros… Si acaso lo único peculiar en mi caso es que comencé más tarde de lo habitual (los compañeros de mi edad ya estaban en la banda sinfónica cuando empecé). Sin apenas darte cuenta se va convirtiendo en el leit motiv de tu quehacer diario, entre clases, ensayos, estudio, conciertos… todo acaba girando en torno a la actividad musical. Después vendría la decisión de querer dedicarme a ello profesionalmente, también influida por el entorno, con compañeros a un grandísimo nivel, en la JONDE, etc. y la percepción de que únicamente dedicándome exclusivamente a ello podía llegar a hacer algo digno. De ahí la apuesta por centrar mi vida en esto y por tratar de acceder a la clase del superior de Atocha, que por aquel entonces me pareció la mejor opción.
SaxRules: Háblanos de tu paso por el RCSM de Madrid.
Pablo: La oferta de opciones diversas para estudiar superior no era a finales de los 90 tan amplia como hoy día. Como te decía el superior de Madrid pareció en aquel momento la mejor de las posibles. Para mí supuso el salir de casa y de mi entorno y enfrentarme a una gran ciudad como Madrid que, ciertamente, al principio me abrumó. En lo que respecta al apartado formativo y musical recuerdo principalmente el trabajo con pianista, para mí era algo nuevo, por aquellos años en el conservatorio profesional de Valencia no había posibilidad de hacer este trabajo. Las cosas han cambiado mucho y para bien en ese aspecto, a pesar de que el tema “pianista acompañante” es complicado de gestionar en las aulas de conservatorio, a veces. Como te decía fue una gozada poder tocar con Rafa Marzo y Pablo Puig entonces, aprendí muchísimo musicalmente y a valorar su trabajo. También recuerdo con mucho cariño la convivencia con los compañeros de la clase, las horas en cabina estudiando, los desvelos compartidos, todo eso, ya sabes… En cuanto a la clase de saxofón, las estrategias pedagógicas no eran, a mi modo de ver, acertadas.
Al hilo de esta pregunta me gustaría hacer una reflexión en general, más allá de mi experiencia como alumno en el superior. El momento personal y musical en el que nos encontramos cuando realizamos los estudios de profesional y, sobretodo, superior hace que seamos muy permeables, muy receptivos y al mismo tiempo vulnerables. Mi percepción es que tendemos a sobredimensionar todo aquello que tiene que ver con el instrumento y con nuestros profesores-mentores-maestros y que generalmente durante un periodo de tiempo se tiende a “endiosar” al referente. Aunque en mi caso ese momento no coincidió con la fase del Conservatorio Superior sí he podido verlo en compañeros y alumnos en múltiples ocasiones. Es evidente que todo esto es una interpretación del alumno pero creo que los profesores, tanto de profesional como de superior debemos ser conscientes de ello y gestionarlo de un modo honesto. El halago que nos pueda producir el hecho de que en un momento dado se nos tenga en un altar no debe cegarnos y mucho menos buscar el prolongar ese estado coartando la perspectiva del alumnado o echando mano de la descalificación del trabajo de los demás. Aunque de un modo cada vez más residual sigue manteniéndose cierto sectarismo en algunas aulas de saxofón que es lamentable y no aporta nada positivo ni al instrumento ni al colectivo. Me parece que es un tema que requiere una reflexión profunda.
SaxRules: En 2008 apruebas las oposiciones a profesor en la Comunidad de Castilla y León y en la actualidad eres profesor en el CPM de Burgos. Haz balance de estos 11 años de dedicación a la docencia en conservatorio.
Pablo: Han sido años de mucho aprendizaje. Yo entiendo la labor pedagógica como un camino de aprendizaje compartido. En mi opinión, en la enseñanza instrumental no hay una transmisión de conocimiento más allá de aspectos conceptuales muy básicos, se trata más de compartir estrategias y herramientas de aprendizaje con los alumnos y estas estrategias y herramientas han modificarse y/o renovarse constantemente. En cuanto a los aspectos interpretativos siento que en ocasiones hay un conflicto entre querer que los alumnos toquen de un modo determinado o centrarse más en proporcionarles herramientas para que desarrollen un criterio personal, aunque esto último suponga que puntualmente su interpretación de tal obra o respecto a tal estilo no coincida con la que uno defendería en ese momento… No creo que haya una respuesta fija a todo esto, sino que se trata más bien de encontrar el balance adecuado, de ir buscando el camino al tiempo que lo recorremos, y de evaluar nuestro posicionamiento y los resultados con el tiempo. Adaptación. Y además hay una evolución en cuanto al modo de relacionarnos con esos alumnos, cada nueva hornada es diferente y la brecha generacional se va incrementando de modo que, como es evidente, no podemos relacionarnos de la misma manera, debemos también ir adecuándonos a ese nuevo escenario. En resumen, un trabajo en constante cambio y evolución, que nos obliga a una toma de decisiones continua en muy diversos aspectos. Y ese es para mí el reto, crecer, adaptarse, ser útil, no acabar convertido en otro ladrillo en el muro. Creo que el modelo conservatorio-museo debe actualizarse y es responsabilidad nuestra como profes andar la parte que nos corresponde de ese camino.
Otro de mis objetivos en estos años ha sido convertir el aula de saxo del conservatorio en referente en cuanto al saxofón clásico del entorno más cercano, no por imposición, sino desde la percepción de que disponemos de más medios y una mayor infraestructura y eso, en cierto modo, nos obliga a desarrollar una actividad formativa y de conciertos que vaya más allá de las exigidas en el currículo. Es por ello el afán de organizar cursos extraordinarios con ponentes de primer nivel, siempre abiertos a todo el que quiera participar, y la profusión de conciertos y colaboraciones tanto en el conservatorio como en otros espacios de la ciudad. En ese aspecto las cosas han cambiado bastante, creo. Los alumnos del aula y el público de la ciudad en general disponen de múltiples oportunidades para escuchar música de muy diversos tipos, también de saxofón. Estos últimos años se ha programado en el auditorio Berio, Sciarrino, Posadas, Sánchez-Verdú, Gubaidulina, Scelsi, Milhaud, Bernstein, hemos tenido versiones de Schuman, Franck, Carl-Phillip, además de los Glazounov, Hindemith, Creston, Villa-Lobos…
Además el Conservatorio de Burgos tiene la peculiaridad de compartir instalaciones con la Escuela Profesional de Danza, lo cual nos ha dado la oportunidad de realizar algunas actividades conjuntas con el aula de danza contemporánea, que es muy potente aquí. Esas actividades han girado en torno a la improvisación principalmente. Para mí es un gran aliciente y me resulta muy motivador, sobretodo por el hecho de estar trabajando en aspectos que eran nuevos para mí, de los que no había recibido una formación previa y que desarrollan enormemente la escucha, en un sentido muy amplio, y la creatividad. Estas actividades han cristalizado solo en parte, como sucedió con el proyecto de investigación que llevamos a cabo hace tres años en el que desarrollamos materiales de aula comunes para las especialidades instrumentales del conservatorio y la especialidad de danza contemporánea y que podría derivar en una asignatura optativa para ambas disciplinas, esto daría una marca propia tanto al conservatorio como a la escuela de danza.
SaxRules: Háblanos de tu participación en el último Festival Emsems.
Pablo: Fue una alegría recibir la invitación para participar de nuevo en la interpretación de La boca, il piedi, il suono de Salvatore Sciarrino. Tenía un buenísimo recuerdo de la experiencia cuando se hizo en el Auditorio Nacional, por los encuentros y reencuentros y por la energía que percibí allí. El poder, además, participar en la interpretación de Rhea de Francisco Guerrero que para mí es una obra tótem de la música para saxo de finales del siglo XX y compartir escenario con algunas de las figuras más relevantes del saxofón actual y futuro del panorama nacional fue realmente un privilegio. Todo un regalo.
SaxRules: Háblame de esta foto.
Es el final de la pieza In Freundschaft de Karlheinz Stockhausen, cuando se cierra el círculo. Esta obra significa mucho para mí. Es un reto de superación constante, de descubrimiento de nuevas soluciones instrumentales y escénicas. Una búsqueda por cerrar ese círculo, que en realidad no se cierra nunca…
También por todo lo que la pieza es en sí misma, en cuanto a regalo, a metáfora en torno a la amistad y los espacios compartidos de discusión y de enriquecimiento mutuo. Y en lo práctico, es una pieza a la que vuelvo reiteradamente y me da una foto clara de cómo estoy a nivel escénico e instrumental y qué aspectos debo mejorar. Además me ha dado la posibilidad de rodarla y compartir en varias ocasiones con alumnos y compañeros de otros centros el análisis del compositor lo que ha sido una experiencia muy interesante.
SaxRules: Has participado en el curso de Pradoluengo (Burgos) ¿repetirás este próximo verano?
Pablo: Sí! Repito un año más, me siento muy halagado porque vuelvan a contar conmigo y poder arrimar el hombro a ese proyecto que sacan adelante con tanto esfuerzo y dedicación. Una experiencia diferente, los chavales se relacionan con la música y con el instrumento de un modo totalmente distinto a la dinámica del conser, y se lo pasan en grande. A mí me obliga también a enfocarlo todo de un modo distinto: cómo plantear las clases, qué repertorio utilizar, pero eso también me enriquece, me da otro ángulo de visión. Rubén Ortiz, que fue alumno del aula de Burgos y finalizó el superior en la especialidad de jazz en Musikene el pasado año es uno de los responsables de ese curso y de otras iniciativas interesantes en la región. Es reconfortante ver como la actividad musical en general y el saxofón en particular van para arriba en Burgos.
SaxRules: Nombra a las 5 personas que más te han influido a nivel musical/personal.
En el terreno de lo personal, sin duda mis padres, mi hermana y mi hermano. Todo lo bueno que pueda haber en mí ha salido de ahí.
En el apartado musical-personal me influyen principalmente aquellos que, de un modo u otro, recorren un camino nuevo:
Julio Martínez, gran músico y saxofonista, desde hace años desarrolla una labor excepcional en la enseñanza secundaria. El encuentro con él me deslumbró hace años y fue el germen de muchas decisiones posteriores. A pesar de que nuestro contacto directo fue breve y escaso dejó una impronta imborrable para mí, por su manera de hacer, de compartir el conocimiento, de animar. Para mí ha sido el faro que te ubica.
Andrés Gomis ha sido también un gran referente. Siento una gran admiración por su trabajo, por su empeño y por su investigación. En mi opinión, uno de los que más han aportado a la evolución del saxofón y su literatura en este país. El rompehielos.
Luis Tabuenca, creador, compositor, percusionista… conocer a Luis y participar de sus proyectos ha sido una experiencia impagable. Un gran aprendizaje como músico y una gran aportación en lo humano. Se le echa de menos por aquí.
Por último, más que una persona, un colectivo: El entorno de la banda, mis compañeros de “El Litro” son también una referencia para mí, sobretodo los más allegados: Juan Ramón Fuentes, Paco Bernal, Rafael Ferrús, José A. Masmano, Paco Agustina, Sergio Casas, etc. Por lo que he aprendido viéndoles tocar y por las experiencias e información compartidas. El puerto al que volver.
SaxRules: ¿Tu momento musical más dulce?
Pablo: No sé si “dulce” es el adjetivo que utilizaría. Los momentos que más me han marcado son aquellos que me han llevado más allá del límite de mis capacidades y me han hecho evolucionar, crecer. Recuerdo en particular el montaje de Volaverunt, la performance de Luis Tabuenca en la que se utiliza profusamente el saxofón y que tiene un componente teatral muy fuerte, en particular Gefallen, la pieza para soprano solo. En la clase, los momentos en que has aportado una solución original a un problema, cuando consigues encontrar el resorte que ayuda al alumno a superar una dificultad. También las interpretaciones de solista, el Glazounov y el Williams que pude tocar con el Litro y la Balada de F. Martin con la orquesta del CSKG. Y las intervenciones con orquesta, claro está. Ha sido un privilegio cada vez que he tenido la oportunidad de tocar con la BOS o la Orquesta Sinfónica de Burgos, tocar los cuadros, el bolero, Prokofiev, Bernstein, un lujo, como lo fue las veces que pude colaborar con la Banda Municipal de Barcelona, y en Madrid.
SaxRules: Set up
Pablo:
- Soprano: Selmer SIII, Goldmessing, tudel oro. Boquilla Selmer Concept.
- Alto: Selmer SIII, Goldmessing, tudel plata. Boquilla LM2.
- Tenor: Selmer SIII, Goldmessing, tudel oro. Boquilla Vandoren T20.
- Barítono: Selmer SIII, Goldmessing. Boquilla Selmer S90 180.
SaxRules: Próximos proyectos.
Pablo: Estoy trabajando para la próxima temporada en una performance con danza contemporánea. Un espacio donde poner en práctica lo aprendido y dar un paso más. Vamos a ir más allá de las colaboraciones puntuales.
El dúo con Rubén Ramiro al piano. Me da la vida tocar con piano, he tenido la suerte de tocar con pianistas excelentes estos últimos años: Paz Alonso, Amanda González, Alberto de la Fuente. Ahora con Rubén tenemos ya un corpus interesante de obras y otras que están en el atril, me motiva mucho este proyecto.
Grabar y compartir mi propuesta de In Freundschaft. Entiendo que sigue siendo una obra en evolución, quisiera aportar algo al debate y a las soluciones en cuanto a la gestualidad de la pieza.
Una y mil veces gracias, Rafa, por la labor que estás desarrollando con SaxRules. Y por contar conmigo. Un saludo a toda la comunidad SaxRules!!
SaxRules: Muchísimas gracias Pablo!!