SaxRules.com con Andrés Gomis

Hoy entrevistaremos a un músico y docente muy importante en España.

Este saxofonista de Dolores (Alicante) esta dedicado plenamente a la música de nuestro tiempo. En su faceta más experimental, lleva años dedicado a la investigación sobre los parámetros acústicos del saxofón bajo y el desarrollo de su repertorio concertante.

Es dedicatario de obras de los compositores más importantes de su generación: José María Sánchez Verdú, Alberto Posadas, José Manuel López López, Jesús Torres, Sergio Blardony, José Luis Torá, Juan María Cué, Mauricio Sotelo, Voro García

Tiene una amplia experiencia docente. Como profesor ha formado parte de los claustros del Real Conservatorio Superior de Música de  Madrid, Conservatorio Superior de Música de las Islas Baleares, Conservatorio Superior de Música de Salamanca, Facultad de Música de la Universidad Alfonso X el Sabio, Centro Superior Katarina Gurska y Conservatorio Arturo Soria de Madrid.

Es el creador de un cuarteto de saxofones cuya estética se ha convertido en una moda y una marca propia. Hablamos del SIGMA Project.

Es un maestro de maestros. Un referente en el mundo del saxofón como músico y como docente.

Hoy entrevistamos a Andrés Gomis:

SaxRules: Antes de nada quiero darte las gracias por la oportunidad de poder entrevistarte. Para mí es un lujo contar contigo en SaxRules.

Andrés, en la actualidad eres profesor en la Universidad Alfonso X el Sabio. Me gustaría que hicieras un balance de tu paso por dicha institución y por otro lado me gustaría que nos hablaras de las posibilidades de estudios postgrado que hay allí para un saxofonista.

A.G.: Muchas gracias por tus palabras Rafael.

promoción 2015En su literalidad es verdad que he sido profesor de un número no menor de docentes que hoy imparten su magisterio en conservatorios de nuestra geografía, pero en realidad eso no deja de ser anecdótico, lo único que confirma es que ha pasado el tiempo.

En mi actividad diaria, en el aula, en el escenario o en la sala de ensayos no me siento maestro de nadie. Todas ellas son experiencias enriquecedores. Situaciones y espacios que me han hecho y me hacen crecer como artista, descubriendo zonas de mi personalidad musical que hasta ese momento no identificaba,  porque en definitiva el arte es o no es, la música existe o no existe.

Independientemente de que busquemos la creatividad desesperadamente, esta es caprichosa y surgirá de forma espontánea, casi sin buscarla. De ahí que, la relación con mis alumnos nunca es jerárquica, no pretendo que mi magisterio sea una enseñanza en una sola dirección, más bien busco un feed-back con ellos, creando un espacio común donde trasmitirles mi visión crítica de su propuesta.

La experiencia musical en sí es mi medio para obtener conocimiento válido del mundo y de mí mismo. Me reconozco estudioso de los sonidos. Los busco en cualquiera de sus manifestaciones, casi los persigo, esculpiéndolos, saturándolos, silenciándolos, manipulándolos en definitiva.

Me interesa el tiempo real del sonido, ese instante crítico donde el sonido emerge. Para mí la Música existe gracias a la sucesión ininterrumpida de instantes críticos, porque la crisis es el estado natural del Arte.

Y en ese contexto vital es donde se enmarca mi experiencia como docente en la Facultad de Música de la Universidad Alfonso X El Sabio.

Es una aventura que iniciamos hace ya tres años con el propósito de desarrollar un proyecto diferente. Cada curso es un viaje iniciático del alumno en tándem conmigo buscando reafirmar su voz como artista.

En cada caso, el punto de partida es diferente. Analizamos los antecedentes musicales con los que contamos y desarrollamos un proyecto artístico personalizado. Cada proyecto está hecho a la medida de cada alumno permitiéndonos concluir al final del camino que su nivel creativo, musical y artístico es máximo.

SaxRules: Has colaborado durante muchos años con la Orquesta Nacional de España, ¿puedes hacer un balance de tu experiencia con la citada orquesta?

A.G.: Nunca me han interesando excesivamente los balances, pero es verdad que sin ellos no podríamos vislumbrar el camino a seguir. Ya sabemos que un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla, sobre todo, si no queremos caer en la trampa de recrear el pasado.

Lo interesante en este caso, sería analizar la evolución del repertorio orquestal en las últimas décadas donde el saxofón ha intervenido. Intuyo que las conclusiones podrían ser muy estimulantes para las siguientes generaciones de saxofonistas. En todo caso, es un tema a desarrollar en otro contexto.

Volviendo a tu pregunta, han sido diez años de colaboración con la OCNE, aunque realmente mi primer concierto con ellos se remonta al año 1992. En este tiempo he podido disfrutar de muchas de las obras más representativas del repertorio orquestal.

promoción VIIComparto con vosotros algunas curiosidades de esta larga relación:

El archiconocido Bolero de M. Ravel lo he interpretado en veinticinco ocasiones con la OCNE teniendo en cuenta los conciertos de temporada y las giras realizadas por Austria, Alemania, Inglaterra y Japón, aunque también lo he tocado en tres ocasiones con la ORTVE y una vez con la Orquesta Sinfónica de Madrid.

Cuadros de una exposición de M. Mussorgsky la he interpretado en cuatro ocasiones, una vez con la OCNE, una segunda vez con la ORTVE y dos veces con la Orquesta Sinfónica de Madrid. 

Hablando de compositores, he interpretado música de Leonard Bernstein en tres ocasiones, Danzas Sinfónicas de West Side Story, On the Waterfront y Preludio, fuga and riffs. De Sergei Prokofiev he interpretado Romeo y Julieta, Iván el terrible, El amor de las tres naranjas y Alexander Nevsky. Y de George Gershwin he participado en An American in Paris, Rhapsody in blue y Porgy and Bess.

El resto del repertorio interpretado con la OCNE ha sido:

La Creación du monde de D. Milhaud, Juana de Arco en la hoguera de A. Honegger, Amarcord de N. Rota, Dance mouvements de Philippe Spark, Tocata “O trenzinho do Caipira” de H. Villa-Lobos, Concierto para trompeta de A. Jolivet, y Suite nº 1 y nº 2 de D. Shostakovich.

Con respecto al repertorio de música contemporánea he participado en el Monográfico homenaje a B. Maderna, Gruppen de K. Stockhausen, Elogio del horizonte de J. M. Sánchez Verdú, La hora del alma de S. Gubaidúlina, Rituel in memoriam Bruno Maderna de P. Boulez y Concierto para trompeta de W. Zimmermann.

Siguiendo con el balance, me gustaría hacer referencia a las obras que he interpretado con la Orquesta Sinfónica de Madrid, Orquesta de Radio Televisión Española y la Orquesta de la Comunidad de Madrid.

En el caso de la OSM, he compartido con ellos el Concierto a la memoria de un ángel de A. Berg, Suite Ibera de I. Albéniz, El príncipe de madera de B. Bartok, Concierto para viola y orquesta de A. Oliver, Selene de T. Marco, El viaje a Simorgh de J. M. Sánchez Verdú y La señorita Cristina de L. de Pablo. Con la ORTVE he interpretado  la Suite nº 1 y nº 2 de L´arlésienne de G. Bizet y el Monográfico de Gerardo Gombau. Y con la ORCAM he participado en las Bachianas Brasileñas de H. Villa Lobos, Nosferatu y Machaut Architekturen de J. M. Sánchez Verdú y el Monográfico homenaje a A. Webern.

En definitiva, unos años de auténtico vértigo. Me siento realmente privilegiado de haber tenido la oportunidad de sentir la orquesta desde dentro.

Si tuviera que destacar alguna de las obras en las que he participado, me quedaría con La Création du monde de Darius Milhaud por su forma tan natural de utilizar el saxofón alto consiguiendo realzar al máximo su timbre, Juana de Arco en la hoguera de A. Honegger por la orquestación tan personal e innovadora que utiliza, eliminando a las trompas y colocando en su lugar al trio de saxofones. Y Gruppen de K. Stockhausen porque incorpora el saxofón barítono a una de las tres orquestas que el compositor dispone de forma especializada.

SaxRules: El pasado mes de mayo participaste en un concierto titulado «Retrato VI» que tuvo lugar en el Auditorio Nacional. Realizaste el estreno en España de la obra «Tres pinturas imaginarias» de Alberto Posadas. Un gran compositor que evidencia la buena salud de la música de estética contemporánea en nuestro país, con el que guardas una fructífera relación de trabajo desde hace tiempo. Su último trabajo: la trilogía «Poética del Laberinto» para cuarteto de saxofones que precisamente también has estrenado hace poco en México junto a SIGMA Project. ¿Nos puedes hablar de estos dos trabajos estrenados recientemente?

A.G.: Mi relación con Alberto Posadas se remonta al año 1998.

Antes de conocerle personalmente, conocí su música. En un concierto en el Auditorio Nacional, escuché su obra para flauta sola Eridsein (1995) y me dije, este compositor tiene que escribir para saxofón. De ahí vio la luz su primera obra para saxofón, Anábasis (2001) dedicada al saxofón tenor solo.   

Después de eso y transcurridos casi veinte años, se puede decir que Alberto Posadas ha incorporado el saxofón a su paleta instrumental. 

En 2008, el mismo año que escribió su ciclo de cuartetos de cuerda Liturgia Fractal compuso su concierto para saxofón bajo y orquesta Resplandor, poema lírico dedicado a Atón que estrenamos en el Auditorio Nacional con la Orquesta de la Comunidad de Madrid, y un año más tarde, en 2009 concluyó su obra para saxofón bajo y electrónica Fúlgida niebla de sol blanquecino que presentamos  en un estreno radiofónico muy especial en los estudios de Radio Nacional en Prado del Rey con motivo del cumpleaños del Arte. Y después de un tiempo, este mismo año hemos presentado con SIGMA Project el estreno absoluto de su última composición para saxofón, su ciclo completo de cuartetos Poética del Laberinto, integrada por los cuartetos Knossos (2016), Klimmen en dalen (2017) y Senderos que se bifurcan (2017).

Su catálogo de obras dedicadas al saxofón se completa con cinco obras para saxofón solo, cuatro obras de música de cámara y una obra de gran ensemble donde utiliza un trío de saxofones.

Lo que se desprende de ello es la necesidad de Posadas de utilizar el saxofón por sus cualidades tímbricas y dinámicas. Su conocimiento del instrumento es profundo, sabiendo cómo utilizarlo de forma muy estilizada en cualquier circunstancia.

Sobre sus Tres pinturas imaginarias y su ciclo Poética del laberinto se desprende conocimiento total del instrumento. En el primer caso es un saxofón al servicio del grupo. Es un septeto formado por cuatro cuerdas y tres vientos, donde el saxofón desempeña un papel aglutinador, usando el saxofón tenor en los dos primeros tiempos y el saxofón barítono en el tercero.

El caso del ciclo Poética del laberinto es diferente. La Poética es un monumento al saxofón. Es un ciclo de tres cuartetos donde el equilibrio entre la idea estética, el planteamiento formal, la exploración de nuevos materiales instrumentales y su materialización con los saxofones utilizados es total. Realmente es un lenguaje idiomático. Incluso me atrevería a decir que es una obra de futuro, un homenaje al instrumento desde el conocimiento y el compromiso compositivo.

SaxRules: Llevas un ritmo frenético de conciertos. Al margen de los realizados con SIGMA Project (que son bastantes y por todo el mundo), recientemente se te ha escuchado en el Auditorio Nacional, en la sede de la Fundación BBVA de Madrid, en el Centro Nacional de Difusión Musical y en la Real Academia de las Artes de San Fernando.

¿Cómo haces para mantener a público y alumnos contentos?

A.G.: Sólo conozco un camino para conseguirlo, el estudio y la planificación. A veces es inevitable la coincidencia de fecha y tienes que asumir retos de esta envergadura.

Han sido varios meses preparando estos conciertos. Los del Auditorio  Nacional, Fundación BBVA y Auditorio 400 del Museo Nacional de Arte Reina Sofía han coincidido en un periodo muy corto de tiempo y solamente a un mes de distancia del concierto en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Un tiempo de estudio realmente intenso y exigente, con jornadas de trabajo maratonianas. Existe un paralelismo claro con el mundo de la competición deportiva y concretamente con el Ironman, la prueba más exigente del triatlón donde se  combinan natación, ciclismo y maratón. En mi caso, tuve que preparar el estreno absoluto de Espejos rotos de Voro García para saxofón bajo solo, la reposición de Hot de Franco Donatoni en el Auditorio Nacional, la presentación en Madrid de Sonidos azules de José Manuel López López en el Auditorio 400 del Museo Nacional de Arte Reina Sofía y los estrenos en España de la citada Tres pinturas imaginarias de Alberto Posadas y The last leaf para saxofón sopranino de Chaya Czernowin.

Realmente ha sido un tránsito por los límites, como en la prueba de triatlón. Toda una experiencia.

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SaxRules: Recientemente he podido ver en tu canal de youtube un interesantísimo video de hace 5 años del «making of» de Elogio del tránsito (Muy recomendable). Una obra de José M. Sánchez Verdú para saxofón bajo y contrabajo, que interpretaste junto a la orquesta de RTVE bajo la dirección de Arturo Tamayo. Cuéntanos esa experiencia de trabajar con esos saxofones tan poco usuales.

A.G.: Uno de los proyectos artísticos más apasionantes emprendidos en los últimos años ha sido el desarrollado con el saxofón bajo, ampliando su repertorio a solo,  concertante y camerístico.

Es una aventura que inicié en 2005 con Anubis Nout de Gérard  Grisey que utilicé como punto de partida para conocer el instrumento. Poco a poco fueron surgiendo las cualidades del instrumento ante mí, quedando asombrado de su riqueza tímbrica, su  flexibilidad, su versatilidad dinámica y su facilidad para el virtuosismo, descubriendo mutifónicos que no podían ser reproducidos en los otros saxofones, en definitiva, sentí que el saxofón bajo es la síntesis de toda la familia del saxofón, englobando todas sus características.

Realmente descubrí un tesoro, el cual fui presentando a los compositores que, después de quedarse prendados por su sonoridad, han escrito para él, Alberto Posadas, José María Sánchez Verdú, José Manuel López López, Sergio Blardony, Juan María Cué, Xavier Carbonell, Voro García y José Luis Torá.

Y una de esas apasionantes exploraciones es Elogio del tránsito (2008)  de José María Sánchez Verdú. Gracias a su estímulo descubrimos nuevas zonas del registro sobreagudo del saxofón bajo que incorporamos al concierto y desarrollamos nuevas técnicas extendidas que enriquecieron el espectro tímbrico de la orquesta.

Por otra parte, partiendo de esas investigaciones, en pleno periodo de creación de la obra, surgió la necesidad de ampliar el registro del saxofón bajo hacia el grave, y de ahí la idea de utilizar el saxofón contrabajo en la última sección del concierto, a quien Sánchez Verdú dedicó una última candencia con la que concluye el concierto.

SaxRules: ¿Cuál es tu set-up?

A.G.: Después de treinta y cinco años de profesión, he pasado por muchas etapas con respecto a la utilización de boquillas.

En los años 80 utilizaba la serie 80 de Selmer, y en general boquillas cerradas. En los 90 la moda era utilizar la serie 90 de la misma marca, para cambiar en los años 2000 al sonido Vandoren. Actualmente combino la Concept Selmer en el sax soprano, Lars Mlekusch en el sax alto, Vandoren en el sax tenor, Selmer D en el sax barítono y Vandoren en el saxofón bajo.

O sea que, después de este tiempo, mi colección de boquillas es considerable. 

En todo caso, la palabra clave a la hora de utilizar unas u otras boquillas es el concepto del sonido, el cual ha ido evolucionando con el paso de los años y la experiencia acumulada.

Sin embargo, con respecto a los instrumentos y a las cañas siempre he utilizado Selmer y Vandoren respectivamente.

SaxRules: ¿Cuáles son tus próximos proyectos?

A.G.: La próxima temporada será especial para mí y para SIGMA Project. Cumplimos diez años y lo celebraremos debidamente con mis compañeros de cuarteto, Josetxo Silguero, Ángel Soria y Alberto Chaves cuidándonos de lo nuestro y comenzando la temporada con la presentación a finales de Agosto en la Quincena Musical Donostiarra del ciclo de cuartetos Poética del laberinto de Alberto Posadas. Pero eso será la próxima temporada.

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Por el momento, disfrutaré en familia de este periodo estival, además de preparar los compromisos adquiridos para el próximo mes de Septiembre que me llevarán a Bilbao donde interpretaré el concierto para saxofón bajo y orquesta de Alberto Posadas, Resplandor, poema lírico dedicado a Atón, con la Orquesta Sinfónica de Bilbao, y a Cosenza (Italia) donde ofreceré un recital con Kayoko Morimoto interpretando obras de E. Denisov, W. Albright y S. Movio.

 SaxRules: Muchísimas gracias Andrés.

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