100 días en el Conservatorio de Amaniel

SaxRules es una web que leéis muchos profesores, y últimamente veo en redes que muchos de vosotros habéis cambiado de centro, así que creo que os vais a sentir identificados con esta entrada.

100 días en el Conservatorio de Amaniel

No lo puedo negar. Desde que llegué a Madrid, siempre he querido trabajar en este centro.

Amaniel es el conservatorio profesional más antiguo de la ciudad, con una ubicación excepcional (al lado de la Plaza de España) y muy bien comunicado con un acceso al metro en frente de la entrada.

Pero evidentemente había más cosas que me atraían como profesor.

Y es que dispone de todos los saxofones necesarios para formar un ensemble completo (con saxofón bajo y sopranino incluidos). 

Tiene en plantilla a dos profesores de saxofón (este es el número máximo de profesores que hay en los conservatorios de Madrid) y, por lo tanto, es de los centros que más alumnos tiene. Y por otro lado, cuenta con una repertorista que lleva unos años tocando con saxofones y que continúa de manera voluntaria haciendo un buen trabajo.

Se puede dar clases en horario de mañana. 

Y por último, en el mundo del saxofón hay quienes consideran a Amaniel como el aula con más solera de Madrid. 

Y ¿qué me he encontrado al llegar a Amaniel?

Antes de nada debo decir que me cuesta sobrellevar los cambios aunque sepa perfectamente que son para bien.

Lo que me he encontrado y me ha gustado.

Para empezar, me encantó tener ya mi horario desde Julio.

En Amaniel, la franja de tarde comienza a las 15:30 horas y finaliza a las 21:30 por lo que no se termina tan tarde como en otros centros y al final sí que  tengo una clase en horario de mañana.

En cuanto a los desplazamientos al centro, esto de salir del metro y cruzar una calle estrecha para entrar a las instalaciones del conservatorio es un lujo. Y si vas en coche, además de ver la Gran Vía y Plaza de España todos los días (cosa que me encanta) puedo aparcar dentro de las instalaciones.

Respecto al patrimonio saxofonístico de Amaniel, he de decir que me sorprendió ver que a pesar de que la mayoría de  instrumentos tiene bastante tiempo no tienen mal aspecto. Eso sí, muchos de ellos requieren pequeños ajustes.

Mi primera idea en este sentido ha sido proponer preservar la tremenda inversión en instrumental que hay procurando que el mínimo número de alumnos toquen los instrumentos diferentes al alto en el máximo de agrupaciones posibles. Es decir, que el que toque el soprano en el ensemble, lo haga en el cuarteto y si quiere pueda tocarlo en clase de instrumento con la intención de que se vayan especializando los alumnos y tengamos los instrumentos más controlados. También he propuesto que únicamente se presten los dos saxofones altos para los que se inician.

Una de las cosas que más me intrigaba en este curso era con quien formaría el TEAM AMANIEL 2.0. Y finalmente lo haré con mi compañero David Sánchez Blázquez, un profesor que ya ha trabajado en este centro y que goza de mi total confianza. La verdad es que me encantaría poder tener continuidad con él.

De nuestra repertorista, solo puedo decir que espero estar a su altura. Tenemos suerte en Amaniel. Con ella vamos a parecer mejores profesores.

En cuanto a las instalaciones debo decir que todas las aulas en las que trabajo me parecen bastante aceptables.

Valoro mucho que el centro no ponga impedimentos a llevar a cabo proyectos y sí que me he sentido apoyado para poder organizar el III Festival de Ensembles de Saxofones de todos los conservatorios de Madrid (27 de Marzo) y además el I Festival Nacional de Ensembles de Saxofones (26 de Marzo), esto me animará a seguir creando proyectos. Unos proyectos que no serían posibles sin mis compañeros profesores de saxofón de Madrid y los compañeros de Alicante, Málaga, Pamplona y Santiago de Compostela. 

Algo que me llamó poderosamente la atención fue que las asignaturas fuesen diferentes respecto a mi anterior conservatorio de Madrid, pero he de decir que me parecen un acierto. De hecho, la existencia de la asignatura de conjunto para alumnos de 1º a 4º de EEPP, me facilita poder formar el ensemble.

Desde que he llegado, Amaniel me ha parecido un centro en serio. En los claustros se respira un clima de respeto. Los coordinadores y jefes son muy eficaces. El departamento de cámara hace un trabajo serio y en el departamento de viento madera igual. 

Por cierto, hay todas las semanas una reunión del departamento de cámara y otra de viento madera y me las he tomado a bien pero únicamente porque los jefes de departamento son dos cracks que hacen que valga la pena hacerlas. De momento, me parece el conservatorio en general y los compañeros muy profesionales.

Lo que no me ha gustado

Algo que no me ha gustado ha sido tener asignada un aula diferente cada día para dar clase. Aunque no es algo que afecte a mis alumnos, me obliga a tener que desplazarme con todo el material de aula que necesito a diario. Así que voy a trabajar con mi saxofón y una mochila con las 8000 cosas que suelo utilizar para dar mis clases y cubrir cualquier contingencia. Además, el material de saxofón está disperso por diferentes aulas; aunque a esto le daré solución en breve.

En temas de burocracia me ha agobiado bastante tener que hacer una programación de aula dando únicamente 3 clases (de esto no tiene culpa el centro), tratando de evitar cambios bruscos con la filosofía de trabajo instaurada en el centro. No ha sido fácil porque no daba tiempo a tomar el pulso al nivel de los alumnos y porque evidentemente no puedes llegar a un centro de repente cambiarlo todo por deporte. Hay que analizar qué es lo que funciona y no con estos alumnos. Lo que tenemos claro es que nos adaptaremos al perfil de lo que demandan los alumnos actuales.

Lo que menos me ha gustado con diferencia ha sido ver que los que han obtenido las 4 peores notas en la última prueba de aptitud para acceder a 1º de enseñanzas elementales han elegido el saxofón. Sí, has leído bien. Es decir, que alumnos y padres de 1º de enseñanzas elementales eligieron los que suelen ser los últimos instrumentos para elegir mucho antes que un saxofón. Fijaos si esto es importante que dos de los cuatro seleccionados ni siquiera se matricularon. En fin. No tengo palabras. Me pregunto si fue este video el que enseñaron a los niños antes de elegir instrumento jajajjajaja

Dicho esto, hago un inciso para contarte un secreto. Llegó un momento en el que me agobié al pensar que podría no estar a la altura de los anteriores profesores o del propio centro por esa vitola de excelencia que escucho en ocasiones por compañeros de profesión.

La verdad es que ese agobio no me duró mucho porque tengo claro que no vengo a Amaniel a competir con nadie (ni del presente ni del pasado), vengo a hacer mi trabajo lo mejor posible con los alumnos que hay . 

Es cierto que hay muchos factores que influyen en nuestros resultados como profesores, y todos se centran en la entrada de alumnos al centro. Cosas tan simples como el acto de adjudicación de instrumentos en 1º de enseñanzas elementales, el nivel de exigencia en las pruebas de acceso por parte del conservatorio, el nivel de lenguaje musical o lo conocido que seas en el mundillo ayuda muchísimo a que entren mejores alumnos y por lo tanto pueda resultar menos difícil ser buen profesor.

Todos hemos tenido remesas de alumnos muy enchufados en el trabajo y con interés en dedicarse profesionalmente a la música y otras que todo lo contrario. Y cuantos más años lleves trabajando más oportunidades de que lleguen los dos tipos de remesas. Yo puedo decir que tengo bastantes antiguos alumnos que ahora son profesores de conservatorio o saxofonistas profesionales, pero también una gran mayoría que o no terminaron sus estudios en el conservatorio o los terminaron de una forma más o menos digna.

No sé si lo habéis notado vosotros pero desde la pandemia, se ha ido reduciendo el número de alumnos que se matriculan en los conservatorios y en los últimos años también ha bajado el número de alumnos que quieren hacer el grado superior. ¿Esto es también porque no estamos a la altura? No creo que en lo profesional, pero sí que nos hemos acostumbrado a que los alumnos vengan a nosotros. Quizás es el momento de que nosotros vayamos hacia ellos.

En resumen.

Como siempre, los cambios suelen traer incomodidades y periodos de adaptación.

A alguien de la casa (Amaniel) al que le conté cómo estaba viviendo los cambios me dijo lo siguiente: “ tú deja que pasen 100 días ”. Ya llevo 30, me encuentro a gusto, motivado y contento de tener la oportunidad de estar en Amaniel. Para mí es un reto ilusionante y un lugar para aprender y seguir creciendo profesionalmente.

Web del aula: https://www.educa2.madrid.org/web/rafael.diazgil

Perfil de instagram: https://www.instagram.com/aulasaxo_cpmamaniel/

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.